In Memoriam

D. Justo Puig Tró

Alicante, España, 13 de enero de 1934 – San Juan, España, 21 de diciembre de 2016

En 1967 los doctores F. Alvarado y A. Horvath trabajaron en diferentes estudios sobre los efectos beneficiosos, que una serie de plantas pertenecientes a la familia de las polypodiáceas (Polypodiaceae), podrían tener para la salud. Como en todo proyecto se precisaba de un respaldo académico y financiero mucho mayor del que contaron en su inicio.

Tras casi una década después, en 1976, ambos doctores y bajo la tutela de las Naciones Unidas viajaron por todo el mundo en busca de ése apoyo. Desde marzo de 1976 a abril de 1977 Alvarado y Horvath visitaron infinidad de países e instituciones. Sin embargo, ninguna Universidad, organismo o empresa quiso darles el patrocinio y auxilio suficiente para llevar a cabo sus investigaciones. Naciones Unidas, ante la generalizada negativa académica y empresarial, también dejó de apoyarles. Los estudios tenían un aparente problema que provocaba incredulidad y falta de interés: los supuestos efectos beneficiosos que producían lo hacían sin causar efectos secundarios.

Fue en mayo de 1977 cuando D. Justo Puig Tró, que por aquel entonces dirigía el departamento científico y comercial de un laboratorio español, se puso en contacto con ellos. Su idea era clara: había que continuar con las investigaciones costara lo que costara. Y no solo les brindaría el apoyo financiero y corporativo que otros les habían negado para continuar con los estudios, sino que participaría con ellos activamente en las investigaciones para que estas llegaran a buen puerto. Los doctores F. Alvarado y A. Horvath aceptaron con ilusión la propuesta de D. Justo Puig. En junio de 1977 se pusieron manos a la obra.

Lo que no sabían por aquel entonces es que aquellos primeros estudios serían tan solo la punta del iceberg. Pero no iba a ser un camino fácil. En julio de 1978 comenzaron a recibir amenazas procedentes del mundo empresarial y la presión era cada vez más intensa.

El doctor Horvath abandonó el proyecto. Finalmente, D. Justo Puig consiguió reunir a un grupo de amigos heterogéneo en los que se encontraban otros científicos y doctores, y con ello, unir fuerzas para poner en marcha un proyecto mucho más ambicioso junto al doctor F. Alvarado. Y así lo hicieron, pero nunca triunfó y, aunque conocemos los motivos, esta… es otra historia.

Hay que destacar que D. Justo Puig Tró fue el pionero en sentar las bases para el impulso del estudio, investigación, comercialización e implementación en los mercados de los suplementos y fármacos basados en la familia de las polypodiáceas, en el Extracto de Polypodium leucotomos (Phlebodium decumanum). D. Justo Puig Tró dio el estimulo preciso en los laboratorios para los que trabajó defendiendo la idea de la importancia de este tipo de extracto en favor de la salud, ayudándoles en la creación y venta de diferentes marcas. Pero su mejor obra estaba todavía por llegar, el de toda una vida dedicada a este tipo de plantas y principios activos.

El 21 de diciembre del 2016, D. Justo Puig Tró fallece de muerte natural. Pero tres días antes quiso asegurarse de que su hijo, Raúl Puig, le prometiera a él que continuaría con su legado. Le transmitió confianza y una fuerza intensa para hacerlo. Y lo más importante, le dejó a su hijo la formulación única y exclusiva de JP Tró Extract para que todo el mundo pudiera tomarla.

Raúl Puig cumplió su promesa. Creó una empresa con el único objetivo de mejorar la calidad de vida de las personas, el verdadero sueño de D. Justo Puig Tró. Y creó JP Tró Extract, cuyo nombre hacía honor a su padre. En la actualidad, la empresa cuenta con uno de los mejores comités científicos del mundo y su esfuerzo, como el de toda la compañía, se sitúa al servicio de la salud y la ciencia.

D. Justo Puig Tró solía decir:

«El equilibrio de la vida es como tener un trozo de carbón ardiendo en las manos. Unas veces da calor y otras te quema. Al arte de saber sostenerlo se le llama el arte de vivir. Y mientras puedas ayudar a mejorar la vida de los demás, dicho equilibrio se mantiene solo«.

-SiArt Swiss Company, sí al arte de vivir.-

Fundación Justo Puig Tró

Para nosotros, la fundación Justo Puig Tró es fundamental.
El objetivo será siempre ayudar a los más desfavorecidos.

Gracias a los sistemas de vigilancia sanitaria que diferentes organizaciones no gubernamentales e instituciones tienen sobre el terreno, trataremos de mejorar la salud de los más necesitados a través de nuestro producto, incluyéndolos en programas humanitarios en los que podamos estar de acuerdo.

Además, aportaremos buena parte de nuestros esfuerzos en la lucha de enfermedades cuyos costosos tratamientos no pueden permitirse lo más desfavorecidos.

Gracias a los estudios realizados por nuestros científicos, sabemos que nuestro producto es capaz de ayudar a combatir enfermedades mortales y epidemias sin efectos secundarios.

Nuestra fundación no sólo tratará de coordinarse con agencias e instituciones no gubernamentales, sino también con los gobiernos que quieran apoyar nuestras iniciativas y trabajo. En éste mismo sentido, uno de nuestros principales retos será ayudar a la población nativa de diferentes partes del mundo en el cultivo y recolección de plantas ancestrales curativas. Todo ello, dentro del marco de la sostenibilidad y del comercio justo.